jueves, 30 de agosto de 2018

- Teórico Nº 3: La semiótica


Viernes 31 de agosto

TEÓRICO Nº 3
LA SEMIÓTICA

Para la clase de trabajos prácticos del viernes 14 de septiembre:
 Plan cuatrimestral (nuevo) 

Estudiar:

En DISEÑO.COM:
Capítulo 2 “La semiótica”
Capítulo 3 “Semiologías y semióticas”

En éste Apunte:
“Peirce por Peirce”
“Acerca de otra sabiduría”
“Frases de Peirce”
“tico-a”

Aplicación conceptual (ejercicios)

A continuación encontrará una serie de isologos, logos, en marcas comerciales, dibujos, publicidad, historietas, etcétera. Esas “imágenes con o sin texto” y “fotos” sólo se publican en la versión “papel” de este Apunte.


            Un isologo es un dispositivo (por lo general, gráfico) que combina una imagen y un texto.           La palabra isologo lo indica:

            ISO significa “igual, o similar” (por ejemplo, las isotermas son puntos geográficos con la      misma temperatura, las isobaras son puntos geográficos con la misma presión y así         podríamos seguir).

            LOGO significa “tratado, regla, estudio, palabra” (por ejemplo la psicología es el estudio de     la psiquis, la semiología es el estudio de los signos, etc.).

            Entonces, si un isologo es más “ISO” que “LOGO” estaremos en presencia de un ícono simbólico; si un isologo es más “LOGO” que “ISO” estaremos en presencia de un símbolo icónico.
Es posible que la imagen y el texto no se encuentren “separados”, aunque será interesante reflexionar cómo se vinculan entre si para dar un sentido determinado. También, puede ocurrir que el mismo signo sea un ícono con forma de texto o un texto tome una forma icónica.

Ahora sí, las consignas:

a)     Encuentre y explique las relaciones del REPRESENTAMEN con el (su) OBJETO y el INTERPRETANTE según se trate de símbolos, símbolos con carga icónica, íconos, íconos con carga simbólica.

Si toma en cuenta el contexto en los cuales estos casos podrían presentarse, también encontrará para explicar:

b)    Índices, índices con carga simbólica o símbolos con carga indicial.

En realidad, no hace falta que imagine contextos muy sofisticados: si señala y argumenta bien el REPRESENTAMEN, el OBJETO y el INTERPRETANTE de cada caso, podrá definir con claridad, sin dudas, qué tipo de signo se trata.

Puede ocurrir (es posible) que encuentre más de un signo en algún caso. Por lo tanto:
c)    Explique cada uno de esos signos y la relación (entre texto e imagen) que se establece entre ellos.

            No se trata de acertar sino de reflexionar.
            En el capítulo 2 “La semiótica” de DISEÑO.COM y en el texto complementario “Peirce por Peirce” encontrará decenas de ejemplos. Deténgase en cada uno, piense otros similares, anote, dibuje...
            Recomiendo que estudie y ejercite para, luego, compartir y/o confrontar sus dudas y certezas en la clase de trabajos prácticos.
            Escuchar (oír) que “tal cosa” es un ícono, un índice o un símbolo y anotarlo es una práctica que sirve para poco y nada; basta modificarlo  un poco para “volver a empezar” en el TP1 o en el Primer Parcial.
            Los conceptos no se despachan en 10-15 segundos, se elaboran, se “cosntruten”.
Ya lo mencioné al principio; encontrará casos de distinto orden, rubro (o género).

d)    Tome, por lo menos, uno de cada rubro o género y desarrolle una SEMIOSIS ILIMITADA.

            Ojo con INTERPRETANTES como por ejemplo: “amor”, “Dios”, “ideología”, “vida”, etc.
Son generalizaciones que pueden ser interpretantes de una gran cantidad de signos (con los cuatro mencionados: casi todos). Si incluye inmediatamente una generalidad, la semiosis será muy “limitada” y no explicará casi nada.

            En la gran mayoría de los casos se puede también aplicar “Funciones de lenguaje”, “Mitologías” y “Operaciones retóricas”.
Ya veremos esos temas en las próximas clases y podremos volver a este corpus.
A modo de pizarra de bodegón.
          “¡HOY: PEIRCE!”

Guías de lectura

DISEÑO.COM Capítulo 2 “La semiótica”

1. La reseña biográfica de Peirce con relación a su modo de pensamiento.
2. Principio del pragmatismo.
3. Deducción, inducción, abducción.
4. La abducción como “argumento originario” o “instinto de adivinar”.
5. El pensamiento triádico.
7. Primera definición de signo para Peirce.
8. Segunda definición de signo para Peirce.
9. Qué es la semiosis.
10. Representamen, Objeto, e Interpretante.
11. El Interpretante: pensamiento que interpreta. La semiosis ilimitada.
12. Otros casos de pensamiento triádico. Ejemplos.
13. Las relaciones del Representamen con el Objeto.
14. Las relaciones del Representamen con “su” Objeto.
15. Icono, Índice y Símbolo.

DISEÑO.COM Capítulo 3 “Semiologías y semióticas”

1. Otros autores de la problemática del signo.
2. Analogías y diferencias entre semiología y semiótica.

Nota: En el capitulo 3 de DISEÑO.COM hago una referencia final a cierta síntesis entre semiología y semiótica. Aclaro que se trata de una síntesis epistemológica y de ningún modo la concibo como la mezcla o transposición de términos de las dos corrientes de pensamiento. En realidad, dicha síntesis escapa a las consideraciones sobre signo que necesitamos en un curso de comunicación para diseño. Durante este curso mantendremos la semiología y la semiótica por separado.


TEXTOS COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS

Peirce por Peirce

Aquí van algunos fragmentos tomados de La ciencia de la semiótica de Charles S. Peirce. Los subtítulos Sobre índice, Sobre Símbolo y Sobre ícono son míos.

Los textos que siguen fueron transcriptos sic del original. Encontrará unas cuantas palabras con Mayúscula inicial, otras con Mayúscula inicial en itálica, otras en itálica y con
minúsculas, y también algunas en “minúsculas” ente comillas. Se presentan de ese modo porque son categorías o definiciones del autor.

También, es posible que le parezca que a veces “faltan” la coma, el punto y coma, el punto, o el punto y aparte. Hallará, además, algunas palabras repetidas.
He señalado varias veces que los textos de Charles S. Peirce no sólo son profundos y complejos sino que, además, su estilo es atiborrado. De todos modos -para no ser mezquino ni vago-: “con ustedes: ¡Peirce!”.


Sobre índice

(...) Examinemos algunos ejemplos de índices. Veo un hombre con un andar ondulado, lo cual es una probable indicación de que se trata de un marinero. Veo un hombre de piernas algo curvadas, con pantalones de pana, polainas y chaqueta. Son probables índices de que se trata de un jinete o algo parecido. Unos golpecitos en una puerta cerrada son un índice. Cualquier cosa que atraiga la atención es un índice. Cualquier cosa que nos sobresalte es un índice, en cuanto marca la articulación entre dos partes de una experiencia. Cuando un conductor grita ¡cuidado! a un peatón para llamar su atención y hacer que se ponga a salvo, en la medida que esta palabra está destinada simplemente a actuar en el sistema nervioso del que la oye y hacer que se aparte, es un índice, porque lo que se busca es ponerlo en real conexión con el objeto que, en este caso, es su propia situación en relación con el vehículo que se aproxima. Algunos índices son instrucciones más o menos detalladas sobre lo que el receptor debe hacer para colocarse a sí mismo en conexión directa de experiencia con la cosa significada.

Ninguna aseveración fáctica puede hacerse sin recurrir a algún signo que sirva como índice. Si A le dice a B “hay un incendio”, B preguntará “¿dónde?”, como consecuencia de lo cual A deberá forzosamente recurrir a un índice, aun cuando solo quiera referirse a algún lugar del universo real, pasado y futuro. De lo contrario, sólo habrá expresado que hay una idea tal como la del incendio, lo cual no daría ninguna información, porque, salvo que ya fuera conocida, la palabra “incendio” sería inteligible. Si la respuesta de A hubiese sido “más o menos a mil metros de acá”, la palabra “acá” es un índice, dado que tiene exactamente la misma fuerza que si hubiera señalado un punto preciso del terreno entre A y B. (...)

RELEA Y AGREGUE OTROS EJEMPLOS.

Comentario:
Debido a que el signo indicial coexiste con su objeto, resultan muy simples algunos signos tales como el piso mojado, el termómetro de mercurio o la veleta (encontrará unos cuantos ejemplos de índices en la página 49 del capítulo 2 “La semiótica” de diseño.com).

En este fragmento Peirce se refiere a palabras como “cuidado” o “acá”, que en determinado contexto funcionan como signos índices. La palabra “cuidado”, en una oración como “el cuidado de la ropa”, no es un índice, es un símbolo.

Sobre símbolo

(...) La palabra símbolo tiene tantos significados que sería dañar el lenguaje agregarle otro nuevo. No pienso que la significación que le adscribo, la de un signo convencional, o bien dependiente de un hábito (innato o adquirido), sea tanto un nuevo significado como una vuelta al significado original. Etimológicamente significaría algo arrojado conjuntamente, tal como embolum es algo arrojado dentro de una cosa. Se dice generalmente que en la palabra símbolo el arrojar conjuntamente debe ser entendido como “conjeturar”; pero, si así fuera, deberíamos hallar alguna ocasión, al menos, en la que significara conjetura, y éste es un significado que podemos buscar en vano en toda la literatura. Pero los griegos usaron “arrojar conjuntamente” (symballein) con mucha frecuencia para designar la realización de un contrato o un convenio. (...)

Cualquier palabra común, tal como “dar”, “pájaro”, “matrimonio”, puede constituir un ejemplo de símbolo. Es aplicable a cualquier cosa que pueda realizar la idea conectada con la palabra: pero en sí misma, no significa esas cosas. No nos muestra al pájaro de que se trata, no encarna delante de nuestros ojos el acto de dar o el de contraer matrimonio, pero implica que somos capaces de imaginar esas cosas y que hemos asociado las respectivas palabras con ellas. (...)

RELEA Y AGREGUE OTROS EJEMPLOS.

Sobre ícono

Un Ícono es un Representamen cuya Cualidad Representativa es una Primeridad de él en tanto Primero. Esto es, una cualidad que el ícono posee en tanto cosa lo vuelve apto para ser un Representamen. Así, cualquier cosa es apta para ser un Sustituto de otra cosa a la que es similar (1). (La concepción de “sustituto” involucra la de intencionalidad y, por lo tanto, la de Terceridad genuina). Un Representamen por Primeridad nada más solamente puede tener puede tener un Objeto similar. Un Signo por Primeridad es una imagen de su objeto y, para expresarlo más estrictamente, sólo puede ser una idea, porque debe producir una idea interpretante; y un objeto externo provoca una idea mediante una reacción sobre el cerebro. Una posibilidad singular es un ícono únicamente en virtud de su cualidad; y su objeto solamente puede ser una Primeridad. Pero un signo puede ser icónico, es decir, puede representar a su objeto predominantemente por su similaridad, con prescindencia de su modo de ser. Si fuera necesario designarlo con un sustantivo, un representamen icónico podría llamarse hipoícono (2). Cualquier imagen material, tal como un cuadro de un pintor, es ampliamente convencional en su modo de representación; pero considerada en sí misma, sin necesidad de etiqueta o designación alguna, podría ser denominada un hipoícono (3).
Los hipoíconos pueden ser clasificados a grandes rasgos de acuerdo con el modo de Primeridad que comparten. Aquellos que comparten cualidades simples, o Primeras Primeridades, son imágenes; los que representan las relaciones primordialmente diádicas, o como consecuencia de tales, de las partes de algo por medio de relaciones análogas entre sus propias partes (4), son diagramas; aquellas que representan el carácter representativo de un representamen representando un paralelismo en alguna otra cosas, son metáforas. (5) (…)

Notas:

(1) Un objeto, en principio, es siempre signo de sí mismo.

(2) Dejo la denominación de hipoícono para ser fiel al texto.

En nuestro curso seguiremos refiriéndonos a este tipo de signos como íconos.

(3) Fíjese que dice “pero considerada en sí misma”: se refiere a (la) imagen y no al (el) cuadro. En su “modo de representación”un cuadro es un símbolo (es una convención) y, como “imagen en sí misma” es un ícono. Según el estilo del pintor, puede ocurrir que una parte, o la totalidad de la imagen, resulten ser un ícono-imagen, un ícono-diagrama o un ícono-metáfora.

(4) Dos ejemplos. El plano de una casa “presenta relaciones análogasentre sus propias partes”, esto es: entre plano y casa. Lo mismoocurre con la moldería de indumentaria.

Ambos ejemplos se distinguen en que un molde se presenta siempre en una escala 1:1 con la parte del vestido que representa. El último caso es válido para cualquier molde, de cualquier objeto, por definición. Sí, claro, por definición de molde.

(5) Releyendo a Peirce: “aquellas que representan el carácter representativo de un representamen representando…”. Representan – representativo – representamen - representando: es una buena “representación” del estilo de Peirce. Ya dije que su estilo es atiborrado. Igual, vale la pena leerlo.

RELEA Y AGREGUE OTROS EJEMPLOS.


Acerca de otra sabiduría…

Fragmento extraído del libro Los objetos singulares. Arquitectura y filosofía de Jean Baudrillard y Jean Nouvel, Fondo de Cultura Económica, 2006.

Jean Baudrillard (en adelante J.B.): ¡Pero yo no hago una mística de la espontaneidad! De hecho, hay que aceptar la invitación de la serendipity.

Jean Nouvel (en adelante J.N.): ¿Serendipity?

J.B. Serendipity, sí. De hecho, nadie conoce su definición exacta… Es el hecho de buscar algo y encontrar completamente otra cosa.

J.N. ¡Pero yo soy un adepto de ese deporte! El M. Jourdain (1) de la serendipity…

J.B. ¡Lo esencial es haberlo buscado! Incluso si pasas al lado de lo que habías buscado inicialmente, el movimiento de la búsqueda se desplaza, y se descubre otra cosa… La noción de serendipity existe entre los anglosajones, y se aplica sobre todo al dominio de las ciencias. Es también el nombre de una revista londinense en la que encuentras todo lo que quieres, ¡salvo lo que venías a buscar! La palabra proviene del sánscrito. Es un muy bello término para decir “la sabiduría”, está arraigado en la literatura sagrada hindú desde hace siglos.

J.N. En el fondo, se busca algo, pero nunca se sabe qué. Cuando se busca, todo va bien… por fortuna, en arquitectura no hay nunca una sola respuesta correcta. Hay millones lamentables y hay algunas miles excitantes. Basta encontrar una realizable. Pero estas respuestas son de una simplicidad extraña; paradójicamente, buscan ser evidentes pero son indescifrables. No hay nada más insoportable que un edificio cuyas recetas se conocen de memoria. En las conferencias sobre arquitectura, uno escucha a menudo esas recetas de cocina que conducen a la creación de un edificio. No siempre hay necesidad de decir cómo se ha hecho algo, de revelar la estrategia de la arquitectura, pero sí la de crear el misterio indispensable para una cierta seducción.

(1)  M. Jourdain es un personaje (de la comedia-ballet “El burgués gentilhombre”, de Moliere) que pretende adquirir los modales de los aristócratas que frecuentan la Corte, para así llegar él a ser un hombre distinguido, noble y de alto rango como sus ídolos. Invita a gente distinguida, “dioses” para él, a cenar en su casa, dándoles grandes banquetes y favores con la esperanza de que le den a cambio algún reconocimiento, lo cual sería un inmenso honor. También se dedica a aprender todo aquello que le parece indispensable: el manejo de las armas, el baile, la música, la filosofía..., pero sin interesarle de veras, sino únicamente para imitar lo mejor posible a un elegante y distinguido noble.


APOSTILLA
Una apostilla es una acotación que comenta, interpreta o completa un texto.
Aquí va una para el capítulo 3 “Semiologías y semióticas” de DISEÑO.COM:

-tico-a
Del latín “ticus” y éste del griego “tikós”.
Forma adjetivos que indican “relación con”.
Siempre, la sílaba que la precede es tónica, formando palabras esdrújulas como por ejemplo “analítico”, “semiótica”, etc.
Es decir: la semiología se entiende como “estudio de los signos” y la semiótica como “relación con los signos”.

Última Nota: estudie TODO y podrá entender y resolver (casi) TODO.



- Teórico N° 12: Semántica del objeto

Viernes 31 de agosto

TEÓRICO Nº 12    
SEMÁNTICA DEL OBJETO Plan anual (anterior)

Para la clase de Trabajos Prácticos del viernes 14 de septiembre:

1. Estudiar este Apunte.
2. Estudiar “Semántica del objeto”, por Roland Barthes, en Módulo 1.

Este apunte es una Guía de Lectura con comentarios.
Puede leerlo de corrido (como cualquier apunte) o, punto por punto, siguiendo la lectura simultánea del texto Semántica del objeto de Roland Barthes.
Recomiendo la segunda opción.

0.-
Hemos señalado que el prefijo sema se refiere a aquello que es del orden del contenido,
del sentido. Este tema trata sobre el sentido del objeto, desde la perspectiva estructuralista de Roland Barthes.
Desde otra perspectiva, la tradición del positivismo lógico y su derivado funcionalista, se clasifica la semiótica (Morris y Carnap) en sintáctica, semántica y pragmática. La sintáctica tiene por objeto de estudio las relaciones formales entre los signos con exclusión de lo que ellos significan. La semántica se interesa por la relación entre los signos y los objetos a las cuales son “aplicables”. La pragmática, según Morris, es “la relación de los signos con sus intérpretes”, es decir, con el sujeto que designa.
La semántica se relaciona con el sentido tanto para el funcionalismo como para el estructuralismo, en las líneas que siguen veremos que éste último planteará la noción de significado como una relación estructural.

1.
“El objeto, en nuestra cultura, pertenece a lo que comúnmente se califica de cultura
técnica”. Para nosotros, el objeto es un área de estudio que se organiza en tres carreras: Diseño Industrial, Diseño Textil y Diseño de Indumentaria.
El Diseño Industrial podría (es la pretensión de algunos) incluir al Diseño Textil y al Diseño de Indumentaria. No hay ningún problema en considerar a determinados productos textiles o de Indumentaria como objetos técnicos, lo son. Pero también es cierto que el uso de “lo textil” y el uso del indumento tienen ciertas características muy particulares; ciertas singularidades con relación al cuerpo. Los objetos de indumentaria y los objetos suponen, además, complejidades estéticas y tecnológicas suficientes como para configurar carreras por separado.

2.-
La semiología concebida por Saussure como una ciencia que incluye a la lingüística (los sonidos articulados) ha recibido, durante el siglo XX, distintos aportes de otras ciencias para plantear no sólo el objeto lingüístico sino “de qué manera los hombres dan sentido a las cosas que no son sonidos”.

Este interés ha tenido dos obstáculos:
a) Estudiar signos muy rudimentarios, con escaso interés sociológico como, por ejemplo, el código vial.
b) El lenguaje interviene siempre, especialmente como títulos o subtítulos de las imágenes.

3,-
La imagen es polisémica. Un subtítulo puede “anclar” uno de los sentidos posibles de una imagen. En ese caso, se dice que cumple la Función de Anclaje, o bien, puede relevar el sentido, de tal manera que produce un sentido que abarca al texto y la imagen. En ese caso se dice que cumple

la Función de Relevo. La Función de Anclaje y la Función de Relevo son los dos modos en que se relacionan las imágenes con los textos que las acompañan.
Note que, a propósito de la relación texto-imagen, Barthes sostiene que “por eso no es justo afirmar que nos encontramos exclusivamente en una cultura de la imagen”.
El capítulo “Semántica del objeto” (incluido en el libro La aventura semiológica) es una conferencia de Barthes del año 1964 publicada por primera vez en 1966. El asunto de la “cultura de la imagen” no es nuevo, tiene… 50 años. Los nuevos son quienes divagan sobre la cultura de la imagen sin haber leído a Barthes.

4.-
La diferencia entre significar y comunicar: “(...) los objetos no transmiten solamente informaciones, sino sistemas estructurados de signos”.

5. -
Tres aspectos de la definición de objeto (según el diccionario):
a) Lo que se ofrece a la vista
b) Lo que es pensado (por oposición al sujeto que piensa)
c) El objeto es alguna cosa. La definición del diccionario “no nos enseña nada, a menos que intentemos ver cuáles son las connotaciones de la palabra “objeto”. Es importante señalara aquí que Barthes se refiere a las connotaciones de la palabra “objeto”, no a las connotaciones del objeto cosa.

6. -
Primer grupo: connotaciones existenciales del objeto. Algo inhumano (fuera de lo humano) “que se obstina en existir”. Segundo grupo: connotaciones tecnológicas del objeto. El objeto se define como lo que es fabricado, una forma normalizada sometida a normas de fabricación y calidad. Así, no es otra cosa que un “elemento de consumo”.
Barthes extenderá la clasificación de este segundo grupo. Entonces, “el objeto es una especie de mediador entre la acción y el hombre”.
Por
bibelots debemos entender aquellos objetos que no tienen (casi) valor de uso material, su “función” se consume en el valor estético, son, si prefiere, adornos basados en objetos de uso: su uso es fuertemente simbólico
Ahora bien, en cualquier caso, “siempre hay un sentido que desborda el uso del objeto”. Y así sobrevienen las preguntas para este tema:
- ¿Cuándo se produce esta especie de semantización del objeto?
- ¿Cuándo comienza la semantización del objeto?
Fíjese que la pregunta es casi una sola (¿”cuándo se produce?”; “¿cuándo comienza?”), Barthes hace una distinción entre la producción de semantización y el comienzo de esta semantización. El objeto hace sentido, se inviste de sentido y ahí comienza el sentido. La respuesta rápida a esta pregunta doble sería: desde el mismo momento en que el objeto es producido. En el ejemplo de la capa para lluvia (“paenula”) de la época de la república romana, queda clara la diferencia entre el valor de uso del objeto y, luego, a partir de su fabricación en serie, de su extensión en el uso, la prenda “se convirtió en vehículo de un
sentido que es el de la militariedad”. La militariedad es un segundo sentido, un sentido connotado.

7.-
No existen objetos sin sentido. Aún en un objeto improvisado, ese objeto se convierte en signo de la función que desempeña. Un objeto –por lo menos- se significa a sí mismo.

8. -
Como todo signo el objeto se encuentra en el cruce de dos coordenadas:

a) La coordenada simbólica.
El objeto tiene, por lo menos, un significado. El objeto tiene siempre, cierta “profundidad metafórica”.

b) La coordenada de la clasificación.
Clasificamos los objetos. Por ejemplo, la clasificación en los almacenes (clasificaciones de stock).
Otro ejemplo es la enciclopedia, que no es otra cosa que el compendio de una clasificación.

Resumiendo hasta aquí: tenemos dos grupos de connotaciones del objeto: las existenciales y las tecnológicas. Además, consideramos el objeto como “el punto de intersección” entre un eje (intenso) del significado y un eje (extenso) de las clasificaciones.

9.-
El objeto es, siempre, un signo.

10.-
Para estudiar el sentido de los objetos debemos operar con la misma metodología con la que venimos insistiendo durante el curso: objetivar es tomar distancia del “objeto” de estudio. “(...) tenemos que darnos a nosotros mismos una especie de sacudida, de distanciamiento, para objetivar el objeto, estructurar su significación...”. Para eso Barthes propone recurrir al orden de representaciones de la publicidad, el cine o el teatro, donde el objeto es seguro que estará semantizado “(...) no basta presentar al público un vestido de cantinera realmente ajado para que signifique el deterioro: es preciso que usted, director, invente los signos del deterioro”.

11..
En el primer capítulo sobre semiología, advertimos el carácter material del significante. “Los significantes del objeto son, naturalmente, unidades materiales, como todos los significantes de todo sistema de signos”.
Barthes define dos ”estados” del significante:

a) Un estado puramente simbólico.
Cuando un significante, es decir, un objeto remite a un solo significado.. Ya lo vimos en Mitologías, cuando el significante remite a un significado estamos en presencia del Lenguaje... Objeto (¡oh, casualidad!).

Tenemos el caso de “los grandes signos mitológicos” (la cruz cristiana). Ver qué pasa con esos grandes signos en la época de la sociedad técnica. Otro caso, son las “relaciones desplazadas”, deslizamientos del sentido, esto es: (ya lo vimos) las metonimias. Ver ejemplo de la naranja y lo jugoso.

b) Las colecciones de objetos, las pluralidades organizadas de objetos.
Ojo, prestar mucha atención, detenerse, preguntar y discutir lo siguiente:

Hay que tener cuidado aquí en comparar el objeto con la palabra que estudia la lingüística y la colección de objetos con la oración: será una comparación inexacta porque aislado es ya una oración; es una cuestión que los lingüistas han elucidado bien, la cuestión de las palabras-oraciones; cuando usted ve en el cine un revólver , el revólver no es el equivalente de una palabra a un conjunto más grande; el revólver es ya él mismo una oración, una oración evidentemente muy simple, cuyo equivalente lingüístico es: “He aquí un revólver”.

Una colección de objetos (por ejemplo, una colección de moda) es una composición de objetos. “Estas composiciones de objetos son sintagmas, es decir, fragmentos extensos de signos.” Vea aquí la diferencia conceptual entre oración y sintagma.

La sintaxis de los objetos es muy particular: se trata de la parataxis, la yuxtaposición de elementos. Ver ejemplo de los muebles de una habitación que puede ser trasladado a los distintos indumentos de una colección. “(...) converge en un sentido final (un estilo) mediante la sola yuxtaposición de elementos.”

12.-
Pero no se trata que por el simple hecho de juntar objetos estemos en presencia de un sintagma o que cualquier unión haga sentido en el estilo. “(...) el objeto es polisémico, es decir, se ofrece fácilmente a muchas lecturas de sentido”.
Los objetos se relacionan entre sí en virtud de una codificación (cultural) que hace sentido.

13.-
¿Existe un objeto fuera del sentido? Si un objeto siempre es un signo, éste sería el caso de un objeto que se significa como “insignificante”. Ver ejemplo de algunos directores de cine (de algunas películas).

14.-
En síntesis:

a) En un primer momento el objeto se presenta siempre ante nosotros como un útil funcional, un uso.

b) En un segundo momento esa función de uso sustenta siempre un sentido.
Entonces, “(...) se puede decir que hay una suerte de lucha entre la actividad de su función y la inactividad de su significación”.
Barthes agrega un tercer movimiento:

c) “(...) es el momento en que se produce un movimiento de retorno que lleva al objeto del signo a la función, pero de una manera un poco particular.” (...) el objeto parece siempre funcional, en el mismo momento que lo leemos como signo”.
Ver ejemplo del impermeable, especialmente indicado para el curso.

“Creemos encontrarnos en un mundo práctico de usos, de funciones, de domesticación total del objeto, y en realidad estamos también, por los objetos, en un mundo de sentido, de razones, de coartadas: la función hace nacer al signo, pero éste signo es reconvertido en espectáculo de una función (relea ejemplo del impermeable). Creo que esta conversión de la cultura en pseudonaturaleza es lo que puede definir la cultura de nuestra sociedad.”

NOTA:
No sirve para nada memorizar este apunte. Tampoco sirve memorizar “Semántica del objeto” de Roland Barthes. Vaya y vuelva desde el apunte al texto de Barthes todas las veces que sea necesario (4, 5, más). Por último, lea detenidamente, párrafo por párrafo, el texto “Semántica del objeto” de Roland Barthes sin este apunte, y lo entenderá.
Es cuestión de demorar la lectura sin apurarse por encontrar “claves” informativas inmediatas.
Estudiar es una operación de producción de conocimiento; no es informarse, no es repetir oraciones ni hacer resúmenes comodines.
Estas recomendaciones se extienden a cualquier tema del curso.

jueves, 23 de agosto de 2018

- Teórico N° 2: La semiología


24 de agosto
TEÓRICO Nº 2       Plan cuatrimestral (nuevo) 
LA SEMIOLOGÍA


Para la clase de trabajos prácticos del viernes 31 de agosto:

Estudiar:

En DISEÑO.COM:
Prólogo, Introducción y Capítulo 1 "La semiología"

En Módulo 1:
Capítulo IV: “El valor lingüístico”
Capítulo V: “Relaciones sintagmáticas y relaciones asociativas”
Capítulo VI: “Mecanismos de la lengua”
De Curso de lingüística general, Ferdinand de Saussure.


Aplicación conceptual

Compare y discuta las acepciones de lenguaje y sistema del Diccionario de la RAE con las definiciones de Saussure.

LENGUAJE.
            Del latín lingua “órgano humano para comer y pronunciar”, de donde deriva lenguaje “manera de hablar” y otros vocablos como lenguado “pez con forma de   lengua”.

1.     Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente.
2.     Lengua, sistema de comunicación verbal.
3.     Manera de expresarse. Lenguaje culto, grosero, sencillo, técnico, forense, vulgar.
4.     Estilo y modo de hablar y escribir de cada persona en particular.
5.     Uso del habla o facultad de hablar.
6.     Conjunto de señales que dan a entender algo. El lenguaje de los ojos, de las flores.

SISTEMA.
Del lat. tardío systēma, y este del gr. σστημα sýstēma.

1. m. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí.
2. m. Conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto.
3. m. Biol. Conjunto de órganos que intervienen en alguna de las principales funciones vegetativas. Sistema nervioso.
4. m. Ling. Conjunto estructurado de unidades relacionadas entre sí que se definen por oposición; p. ej., la lengua o los distintos componentes de la descripción li



Guía de lectura

DISEÑO.COM
Capítulo 1
“La semiología”

1. El signo: unidad mínima de significación.
2. Definición de Lengua
3. Definición de Habla
4. Definición de Lenguaje
5. La diferencia entre lengua e idioma
6. La diferencia entre lenguaje y vocabulario
7. La semiología: semeion
8. Definición de Saussure
9. El signo según Saussure: definición
10. El significado
11. El significante
12. Lo arbitrario del signo
13. Carácter lineal del significante
14. Inmutabilidad y mutabilidad: conceptos solidarios
15. El valor.
16. Paradigma y Sintagma: los dos ejes del lenguaje
17. Denotación y Connotación
18. El signo de vestimenta.
19. La diferencia entre objeto cosa y objeto lingüístico
20. El lenguaje y las ideas
21. El mito bíblico: lengua y habla en Adán.
22. ¿Tiene sentido la búsqueda de una lengua “perfecta”?
23. Babel: la confusión de lenguas, el multilingüismo
24. El lenguaje: una laberinto de símbolos
25. La bifurcación es en el tiempo: carácter lineal del significante. Mutabilidad e inmutabilidad
26. El jardín de senderos es una enorme adivinanza

            “El valor lingüístico”
            Capítulo 4 de Curso de lingüística general, Ferdinand de Saussure

              LA LENGUA COMO PENSAMIENTO ORGANIZADO EN LA MATERIA FÓNICA

1.     Las ideas y los sonidos
2.     “No hay ideas preestablecidas, y nada es distinto antes de la aparición de la lengua”.
3.     “Podría llamarse a la lengua el dominio de las articulaciones” (…) “La lengua es comparable todavía a un hoja de papel”.
4.     Lo arbitrario del signo y el hecho social: “La colectividad es necesaria para establecer valores cuya única razón de ser está en el uso y en el consenso general: el individuo por sí solo es incapaz de fijar alguno”.
5.     No es una suma de signos, es un sistema.


              EL VALOR LINGÚISTICO CONSIDERADO EN SU ASPECTO CONCEPTUAL

1.     “El valor, considerado en su aspecto conceptual, es sin duda de la significación y es muy difícil…”
2.     Aspecto paradójico de la situación.
3.     “Si las palabras se encargaran de representar conceptos dados de antemano, de una lengua a otra tendrían correspondencia exacta para el sentido, pero no es así.”

              EL VALOR LINGÚISTICO CONSIDERADO EN SU ASPECTO MATERIAL
1.     “Lo que en la palabra importa no es el sonido mismo, sino las diferencias fónicas que permiten distinguir esta palabra de todas las demás, porque son ellas las que portan la significación.”
2.     “Por otra parte, es imposible que el sonido, elemento material, pertenezca por sí mismo a la lengua.”
3.     “Este principio es tan esencial que…”
4.     “Los signos de la escritura son arbitrarios…”
5.     “El valor de las letras es puramente negativo y diferencial…”
6.     “Los valores de la escritura sólo actúan por su oposición recíproca…”
7.     “El medio de producción del signo es totalmente indiferente…”

              EL SIGNO CONSIDERADO EN SU TOTALIDAD

1.     “Todo lo anterior equivale a decir que en la lengua no hay más que diferencias.”
2.     “Pero decir que todo es negativo en la lengua, sólo es cierto del significante y el significado tomados por separado.”
3.     “(…), la lengua es una forma y no una substancia…”


TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO

Ajedrez, por ejemplo

            El que sigue es un ejemplo de Ferdinand de Saussure para los conceptos de valor, sincronía y diacronía. Son fragmentos tomados de los capítulos “La lingüística estática y la lingüística evolutiva” e “Identidades, realidades, valores” del Curso de lingüística general.

            (…) Una partida de ajedrez es como una realización artificial de lo que la lengua nos presenta bajo una forma natural.
            Veámoslo de cerca.
            En primer lugar, un estado de juego corresponde perfectamente a un estado de lengua. El valor respectivo de las piezas depende de su posición en el tablero; lo mismo que en la lengua cada término tiene su valor por oposición con todos los demás términos.
            En segundo lugar, el sistema nunca es más que momentáneo; varía de una posición a otra. Es que los valores dependen también, y sobre todo, de una convención inmutable, la regla del juego, que existe antes del inicio de la partida y perdura tras cada jugada. Esta regla, admitida de una vez por todas, existe también en materia de lengua: son los principios constantes de la semiología.
            Por último, para pasar de un equilibrio a otro, o –según nuestra terminología- de una sincronía a otra, basta el desplazamiento de una pieza; no hay trastorno general. Aquí tenemos el paralelo del hecho diacrónico con todas sus particularidades. En efecto:

a) Cada jugada de ajedrez no pone en movimiento más que una sola pieza; de igual modo, en la lengua los cambios se refieren a elementos aislados.

b) A pesar de esto, la jugada tiene una repercusión en todo el sistema; al jugador le es imposible prever exactamente los límites de ese efecto. Los cambios de valores que resulten serán, según el caso, o nulos, o muy graves, o de importancia media. Tal jugada puede revolucionar el conjunto de la partida y tener consecuencias incluso para piezas dejadas de lado. Con la lengua ocurre exactamente lo mismo.

c) El desplazamiento de una pieza es un hecho absolutamente distinto del equilibrio precedente y del equilibrio subsiguiente. El cambio operado no pertenece a ninguno de esos dos estados: pero los estados son lo único importante.

            En una partida de ajedrez, cualquier posición dada tiene por carácter singular estar liberada de sus antecesores; da exactamente igual que se haya llegado a ella por una vía o por otra; el que ha seguido toda la partida no tiene la menor ventaja sobre el curioso que viene a ver el estado del juego en el momento crítico; para describir esta posición es completamente inútil recordar lo que acaba de pasar diez segundos antes. Igualmente, todo esto se aplica a la lengua y consagra la distinción radical de lo diacrónico y lo sincrónico. El habla no opera más que sobre un estado de lengua, y los cambios que suceden tras los estados no ocupan en ellos lugar alguno.

            Sólo hay un punto en que la comparación no concuerda: el jugar de ajedrez tiene la intención de realizar el desplazamiento y de ejercer una acción sobre el sistema, mientras que la lengua no premedita nada; es espontánea y fortuitamente como sus piezas se desplazan –o mejor, se modifican- en ella. Para que la partida de ajedrez se parezca por entero al juego de la lengua, habría que suponer un jugador inconsciente o ininteligente. Por otra parte, está única diferencia hace más instructiva aún la comparación, mostrando la absoluta necesidad de distinguir en lingüística los dos órdenes de fenómenos: Porque si los hechos diacrónicos son irreductibles al sistema sincrónico que condicionan cuando la voluntad preside un cambio de ese género, con mayor motivo lo serán cuando enfrentan una fuerza ciega con la organización de un sistema de signos.
            (…) Tomemos un caballo: ¿es en sí mismo un elemento del juego? No, con toda seguridad, porque en su materialidad pura, fuera de su casilla y de las demás condiciones del juego, no representa nada para el jugador y sólo se convierte en elemento real y concreto cuando se reviste de su valor y forma cuerpo con él. Supongamos que en el transcurso de una partida esta pieza resulta destruida o perdida: ¿se la puede reemplazar por otra equivalente? Por supuesto: no solamente por otro caballo, sino por una figura carente de todo parecido con ésta que será declarada idéntica, con tal que se le atribuya el mismo valor.

- Teórico N° 11: Retórica textil y de la indumentaria


24 de agosto

TEÓRICO Nº 11    
RETÓRICA TEXTIL y de la INDUMENTARIA
Plan anual (anterior)
Para la clase de trabajos prácticos del viernes 31 de agosto:

Estudiar:
En Casos de comunicación y cosas de diseño
Capítulo 12
“Retórica textil”
y
Capítulo 13
 “El boceto verbal”

Repasar:
En DISEÑO.COM
Capítulo 9
“Retórica y diseño”

Aplicación conceptual

-       Continuar con los ejercicios propuestos en el apunte del Teórico Nº 10.

Guía de lectura

Casos de comunicación y cosas de diseño
Capítulo 12
“Retórica textil”

1. ¿Qué es una tela como objeto textil?
2. Dos tipos de tejido.
3. Diseño textil y grado cero.
4. Intervenir y/o preconcebir.
5. Operaciones y Niveles en la Retórica textil.
6. Ver y mirar, para un diseñador.
7. Desparejo. Un caso distinto de Grado cero.
8. Esfumado: ¿metáfora, quiasmo?
9. Plisado: ¿metáfora, paradoja?
10. Arrugado: metáfora. ¿Otra?
11. Cloqué: ¿metáfora, eufemismo de una metáfora, eufemismo?
12. Devoreé: ¿lítote, apócope, metonimia?
13. Buen diseño: ¿el que cumple con la consigna?
14. El buen diseño existe.
15. La creatividad.


Casos de comunicación y cosas de diseño
Capítulo 13
“El boceto verbal”

1. El “síndrome de la página en blanco”.
2. El pensamiento: un hecho de lenguaje.
3. Cita de Roland Barthes.
4. La retórica como una metodología para diseñar.
5. Ejemplo: metáfora, metonimia, oxímoron, antítesis. y paradoja.
6. Traslación de campo semántico.
7. “Un” texto de tango(s).
8. Glosario.
9. El percal como metonimia y como metáfora.
10. Otras metáforas.
11. Sinécdoque y antítesis: “Estercita”.
12. Metáforas: “junco”, “resorte”,
13. El tango: una melancolía que se baila.
14. “… misa de faldas”
15. Metáfora: “gallo desplumao”: este es un caso en que vale más como metáfora que como apócope (que también lo es).
16. El hombre y su indumentaria en el tango.
17. Otro campo semántico: la comida y el tango.
18. La imagen sin palabra.
19. La imagen con palabra.
20. Dibujo y palabra: imagen y texto.
21. Dibujo insignificante.
22. Complicaciones y complejidades.