Viernes
28 de abril
TEÓRICO Nº 4
DISEÑO Y
DISCURSO
Guía
de lectura
DISEÑO.COM
Capítulo
5: “Diseño y discurso”
1.
Modelo Funcionalista: “lineal”.
2.
La comunicación como emisión de mensajes y como producción de sentido.
3.
Instancias de emisión y de recepción.
4.
Condiciones de producción y de reconocimiento.
5.
Producción de sentido: producción de subjetividades.
6.
Texto y discurso.
7.
Semiosis y Semiosis Social.
8.
Relación entre semiosis y semiosis social.
9.
Semiótica Peirceana y Teoría de la Discursividad.
10.
Pensamiento binario, binarismo opositivo, pensamiento triádico.
11.
Modelo ternario.
12.
Toda producción de sentido es social.
13.
Todo fenómeno social es una producción de sentido.
14.
Marca y huella.
15.
Diseño y discurso. La materia significante.
16.
Realidad y discurso social.
17.
Lo verosímil.
18.
Verosímil y verídico.
19.
Contrato de veridicción.
20.
La diferencia entre un diseño basura y un diseño de la basura.
21.
Reciclado y revival: las diferencias como condiciones de producción y de
reconocimiento de cada caso.
22.
Las cuatro modalidades discursivas del reciclado.
En
Módulo 1
“Discursos
sociales”
Capítulo
4 de La semiosis social, Eliseo Verón
1. Hasta el momento hemos visto
dos corrientes históricas: oir un la de la herencia saussureana (…) y por el
otro lado, un pensamiento ternario sobre la significación, al que asocié los
nombres de Peirce y Frege (Nota: Frege no lo tratamos en este curso).
2. En los años setenta hizo su
aparición un recién llegado: el concepto de discurso.
3. Los dominios que se abren al
comenzar nuestro siglo (re refiere al siglo XX) no son respuestas a la cuestión
del orden social, tal como se había planteado en el siglo XIX.
4. El funcionamiento de lo social
como ordenamiento no natural de la naturaleza humana será retomado en la trama
de la segunda revolución industrial: una lingüística producida como “conciencia
Colectiva” será consumida como lingüística de la comunicación.
“El
sentido como producción discursiva”
Capítulo
5 de La semiosis social, Eliseo Verón
1. Resulta evidente que, desde el
punto de vista del análisis de sentido, el punto de vista sólo puede ser el
sentido producido.
2. Una teoría de los discursos
sociales reposa sobre una doble hipótesis que, pese a su trivialidad aparente,
hay que tomar en serio: (releer en diseño.com y volver al texto de Verón).
3. No se trata de caer en el
reduccionismo semiótico, de reducir los fenómenos sociales a fenómenos
significantes.
4. Por ejemplo: el problema de la
especificidad de la semiosis en el nivel de la organización económica de la
sociedad no es un problema económico. (Traslade el ejemplo a otros campos
disciplinarios).
5. La doble hipótesis es
inseparable del concepto de discurso.
6. Toda producción de sentido
tiene una manifestación material. (…) Siempre partimos de “paquetes” de materia
sensible (materia significante) investidas de sentido que son productos.
7. El análisis discursivo no
puede reclamar “inmanencia”. (…) Esta perspectiva permite superar la vieja
querella sobre el análisis “interno” y el análisis “externo”. (…) A los
inmanentistas les decimos que el anáisis interno es una ilusión…
8. A los partidarios del análisis
“externo” les decimos que los objetos significantes son tratados como
significantes, ningún análisis puede ser, en rigor, “externo”.
9. Los objetos que interesan al
análisis de los discursos no están “en” los discursos (dentro); tampoco están
“fuera” de ellos, en la “realidad social objetiva”.
10. Relaciones de los discursos
con sus condiciones de producción y con sus condiciones de reconocimiento (…)
Reglas de generación y reglas de “lectura”; gramáticas de producción y
gramáticas de reconocimiento,
11. Tanto desde el punto de vista
sincrónico cuanto diacrónico, la semiosis social es una red significante
infinita.
12. Gramática de producción
>>> gramática de reconocimiento >>> historia de los textos
(historicidad). “Un pensamiento, en un momento dado sólo tiene una existencia
potencial…” (Peirce).
13. El modelo de “unidad mínima”
de la red discursiva contiene dos veces el gráfico triádico de Peirce. (…) “…el
desajuste perpetuo entre producción y reconocimiento”.
14. He dicho: “permaneciendo en el
interior de la red discursiva” ¿Pero es posible salir de ella?...
.
TEXTO COMPLEMENTARIO
OBLIGATORIO
El
diseño como producción de sentido
Por Néstor Sexe
Vimos el concepto de semiosis como
la relación triádica entre un representamen, el objeto y el interpretante.
Luego, la de semiosis social como la relación entre discursos, acciones y
representaciones. De ahí, podemos pensar el diseño como la relación entre lo
sígnico, lo objetual y la estética.
En lo sígnico incluyo aquello que es
del orden comunicacional; en lo objetual, todo lo relacionado con la parte
material del diseño (sustrato, color, tecnologías, etc.), por último, dentro de
la estética aquello que es del orden de los imaginarios de estilos, tendencias,
corrientes, moda, etcétera.
El caso es que el diseño es un
pensamiento singular que ve en el objeto lo técnico, lo comunicativo y lo
estético, a la vez.
Pero hay más, en cualquier decisión proyectual
en diseño uno de estos aspectos se vincula siempre con los otros dos. Así, lo
“comunicativo” tiene alguna implicancia técnica y estética, lo técnico incide
en lo estético y lo comunicativo y, por supuesto, lo estético se vincula con lo
comunicacional y técnico.
Como he dicho muchas veces y se
encuentra escrito por ahí: si uno de estos aspectos se constituye excluyente,
estaremos en presencia de un comunicador, un técnico o un artista, pero no de
un diseñador.
PRIMERIDAD SECUNDIDAD TERCERIDAD
REPRESENTAMEN
OBJETO INTERPRETANTE
DISCURSOS
ACCIONES REPRESENTACIONES
COMUNICACIÓN
TECNOLOGÍA ESTÉTICA
TEXTO COMPLEMENTARIO OBLIGATORIO
La bemba
Introducción:
Lo que sigue es un fragmento del
capítulo “La bemba” del libro La bemba, Acerca
del rumor carcelario, de Emilio de Ípola.
El 7 de abril de 1976 Emilio de
Ípola fue secuestrado por un comando del Primer Cuerpo del Ejército. Veinte
meses más tarde, al salir de prisión, escribió una primera versión de LA BEMBA,
donde se dedicó a analizar el modo de funcionamiento de los rumores en la
cárcel.
El origen de la denominación de
estos discursos precarios y fragmentarios se remontan a las “radios-bembas”,
informaciones que circulaban de boca en boca en Cuba antes de la revolución. En
Cuba, la expresión “bemba” designa popularmente a los labios gruesos y
prominentes. Por extensión, significa “rumor” o “versión”.
Transmitidas de celda en celda y de
pabellón a pabellón, las bembas responden a la escasez de información y a las
condiciones de reclusión padecidas por los presos políticos y comunes.
La bemba
Por
Emilio de Ípola
“Para Pascua habrá 400 libertades”
“A fin de mes nos sacan los diarios”
“Van a negar pocos pedidos de salida
del país”
“Hay bronca entre Massera y Videla”
“El de la 232 es tira”
Algunas bembas. Fragmentos de un
discurso desarmado y precario. Frases transmitidas de celda a celda, de
pabellón a pabellón, e incluso de prisión a prisión. Comentadas, elaboradas,
transformadas, en los patios de recreos y visitas. Retenidas tenazmente
algunas, rechazadas otras. Alimentos de la esperanza y, a veces, del miedo.
Pero, por sobre todo, exorcismos contra la ignorancia, la desinformación y la
incertidumbre. Los presos políticos las llamaban “bembas”. Son el tema
principal de innumerables conversaciones y discusiones, son asimismo ocasiones
ejemplares para ejercicio de las actitudes más opuestas: del escepticismo,
tanto como de la ciega confianza; del humor, tanto como del severo análisis;
del desprecio, tanto como del cálculo minucioso.
En todo caso, ningún preso político
es ajeno a ellas. Ninguno ha dejado de verse atrapado en las complejas redes de
esos rumores. Frases efímeras, frágiles y, sin embargo, irresistiblemente
seductoras. Nadie ha dejado de “trabajar” las bembas, (de trabajar para ellas)
ni, por lo tanto, someterse a sus duras exigencias. Prisioneros del Estado, los
presos políticos lo son también, en parte, de esos discursos. En parte,
solamente; las bembas también constituyen una forma elemental de resistencia contra
la opresión carcelaria.
En este trabajo nos proponemos
esbozar un primer análisis de ese fenómeno discursivo. Esto es: simplemente
describir algunos aspectos de su producción, su circulación y su recepción en
el interior del espacio y tiempo carcelarios.
En el caso de las bembas,
circulación y producción van juntas. En su constante deambular, la beba se
transforma y se matiza, se simplifica o bien se expande, de divide y bifurca, o
bien se combina con otras. Dicho de otro modo, la bemba aparece como un
fenómeno espectacular de “nomadismo discursivo”, cuyo tiempo de vida es
exactamente equivalente a su tiempo de circulación. No hay bembas sedentarias,
capaces de sobrevivir en el ámbito “inmóvil” de una memoria. A veces, para ser
transmitida, una bemba debe ser escrita, pero el papel que la registra, una vez
leído, es inmediatamente destruido. Como consecuencia de ello, las bembas son,
para así decir discursos “desechables”; se las utiliza hasta que se gastan y
jamás se las acumula. Simplemente, cuando caen en desuso –eso es, cuando no son
aptas para circular- se las reemplaza por otras. Hay temas recurrentes en las bembas (por ejemplo, el de las
libertades), pero sólo muy raramente bembas
recurrentes. (…)
La cárcel política funciona como una
máquina rigurosamente controlada y siempre perfeccionada de desinformación:
Dicho en términos simples: ningún preso político sabe o, mejor ninguno debe
saber lo que va a ocurrirle en el futuro inmediato. Futuro inmediato que,
además, no se cuenta en semanas y días, sino en horas y en minutos. En
cualquier momento puede ocurrirle cualquier
cosa: ser cambiado de celda, de pabellón o de prisión, ser interrogado,
castigado sin conocimiento de causa, etc. En cualquier momento su existencia
puede ser imprevista y abruptamente transformada, y el abanico de posibilidades
va desde la prisión hasta la muerte. (…) Es decir, el preso político no es como
los otros, porque es alguien que sabe”; oscura conciencia de la íntima
compenetración entre saber y poder (entre el Saber y el Poder); confesión, no
me nos dura y vergonzante, de una cierta impotencia de la autoridad ante ese
saber imposible de contrabalancear efectivamente y que la lógica carcelaria se
contenta con tratar de neutralizar, impidiéndole ejercerse. (…)
La bemba es una información
relativa, directa o indirectamente, a la situación presente o futura de los
detenidos políticos, y carente de toda confirmación oficial. Este carácter
incierto de las bembas es siempre explícito: en la jerga carcelaria se
distingue nítidamente a la bemba de la llamada información “posta” (eso es,
información verificada e indiscutible). Asimismo, desde el momento que una
bemba se confirma o se desmiente, categóricamente desaparece como tal.
Para que una bemba “haga carrera”,
es decir, circule, sea analizada, sopesada y, como ocurre casi siempre,
transformada y reelaborada, debe reunir ciertas condiciones:
Debe
ante todo parecer verosímil.
Es
raro que la bemba circule entre “desconocidos”. Cuando una bemba logra
atravesar los muros y llegar a otro pabellón, esto se debe a que el emisor y el
receptor no son extraños el uno al otro.
En
su enunciado mismo no debe aparecer ninguna huella que haga sospechar que el
transmisor ocasional es la fuente originaria de la información (El “fabricante”
de la bemba).
Tampoco
puede adquirir el estatus de bemba una versión demasiado acompañada de
garantías demasiado sólidas. La confiablidad total, tanto como el total
escepticismo, son mortales para las bembas.
Hay bembas “POSITIVAS” y bembas “NEGATIVAS”.
Las primeras son más abundantes que las segundas. Toda bemba pesimista es
contrabalanceada por una bemba optimista; en cambio, una bemba positiva no
provoca necesariamente una bemba negativa. (…)
Cada versión de una bemba funciona
así como una suerte de materia prima para un trabajo de reelaboración. La circulación de una bemba es
siempre es siempre circulación productiva.
Sin embargo, eso no es todo. También esa producción es productiva en un segundo sentido, en la medida en que obliga constantemente a recrear, a
reinventar, sus propias condiciones materiales de ejercicio.
Las técnicas son variadas (dependen
en gran medida de cada establecimiento penal): utilización del lenguaje de los
sordomudos para comunicarse entre pabellones vecinos; empleo de las cañerías de
las letrinas, previamente lavadas y desagotadas para enviar mensajes escritos;
los jarros de aluminio del desayuno, utilizados como una suerte de “teléfonos”.
Señalemos por último que, si bien el
espacio de circulación de las bembas es fundamentalmente el medio carcelario,
no se limita a él. Incluye a los allegados de los detenidos, quienes al cabo de
un tiempo “entran en el juego” de su producción-circulación y de su consumo.
(…)
Las bembas constituyen, por así
decir, el grado cero de la resistencia interna de los presos políticos a la
desinformación erigida en sistema. Que a menudo –aunque no siempre- esos
discursos produzcan un simulacro, una caricatura, o una ilusión de saber,
importa menos que la continua renovación de los circuitos ilegales de
comunicación que la circulación de las bembas produce constantemente.
Para la clase de trabajos prácticos del lunes 30 de enero:
Estudiar:
En
DISEÑO.COM:
Capítulo
5: “Diseño y discurso”
En
Módulo 1
“Discursos
sociales”
“El
sentido como producción discursiva”
en
La semiosis social,
de Eliseo Verón
TEXTOS
COMPLEMENTARIOS OBLIGATORIOS:
“El diseño como producción de sentido”, por
Néstor Sexe.
“La
bemba”, por Emilio de Ípola
Aplicación
conceptual
1.
Distinga las nociones de discurso, condiciones de producción y condiciones
de reconocimiento, circulación, marca, huella, discurso verosímil
y discurso verídico.
2.
Discuta y opine sobre la
noción de rumor.