Miércoles 20 de
enero
TEÓRICO Nº 2
LA SEMIOLOGÍA
Guía
de lectura
DISEÑO.COM
Capítulo
1
“La
semiología”
1.
El signo: unidad mínima de significación.
2.
Definición de Lengua
3.
Definición de Habla
4.
Definición de Lenguaje
5.
La diferencia entre lengua e idioma
6.
La diferencia entre lenguaje y vocabulario
7.
La semiología: semeion
8.
Definición de Saussure
9.
El signo según Saussure: definición
10.
El significado
11.
El significante
12.
Lo arbitrario del signo
13.
Carácter lineal del significante
14.
Inmutabilidad y mutabilidad: conceptos solidarios
15.
El valor.
16.
Paradigma y Sintagma: los dos ejes del lenguaje
17.
Denotación y Connotación
18.
El signo de vestimenta.
19.
La diferencia entre objeto cosa y objeto lingüístico
20.
El lenguaje y las ideas
21.
El mito bíblico: lengua y habla en Adán.
22.
¿Tiene sentido la búsqueda de una lengua “perfecta”?
23.
Babel: la confusión de lenguas, el multilingüismo
24.
El lenguaje: una laberinto de símbolos
25.
La bifurcación es en el tiempo: carácter lineal del significante. Mutabilidad e
inmutabilidad
26.
El jardín de senderos es una enorme adivinanza
“El valor lingüístico”
Capítulo 4 de Curso de lingüística general, Ferdinand de Saussure
LA LENGUA COMO PENSAMIENTO
ORGANIZADO EN LA MATERIA FÓNICA
1. Las ideas y los sonidos
2. “No hay ideas preestablecidas,
y nada es distinto antes de la aparición de la lengua”.
3. “Podría llamarse a la lengua
el dominio de las articulaciones” (…) “La lengua es comparable todavía a un
hoja de papel”.
4. Lo arbitrario del signo y el
hecho social: “La colectividad es necesaria para establecer valores cuya única
razón de ser está en el uso y en el consenso general: el individuo por sí solo
es incapaz de fijar alguno”.
5. No es una suma de signos, es
un sistema.
EL VALOR LINGÚISTICO CONSIDERADO
EN SU ASPECTO CONCEPTUAL
1. “El valor, considerado en su
aspecto conceptual, es sin duda de la significación y es muy difícil…”
2. Aspecto paradójico de la
situación.
3. “Si las palabras se encargaran
de representar conceptos dados de antemano, de una lengua a otra tendrían
correspondencia exacta para el sentido, pero no es así.”
EL VALOR LINGÚISTICO CONSIDERADO
EN SU ASPECTO MATERIAL
1. “Lo que en la palabra importa
no es el sonido mismo, sino las diferencias fónicas que permiten distinguir
esta palabra de todas las demás, porque son ellas las que portan la
significación.”
2. “Por otra parte, es imposible
que el sonido, elemento material, pertenezca por sí mismo a la lengua.”
3. “Este principio es tan
esencial que…”
4. “Los signos de la escritura
son arbitrarios…”
5. “El valor de las letras es
puramente negativo y diferencial…”
6. “Los valores de la escritura
sólo actúan por su oposición recíproca…”
7. “El medio de producción del
signo es totalmente indiferente…”
EL SIGNO CONSIDERADO EN SU
TOTALIDAD
1. “Todo lo anterior equivale a
decir que en la lengua no hay más que
diferencias.”
2. “Pero decir que todo es
negativo en la lengua, sólo es cierto del significante y el significado tomados
por separado.”
3. “(…), la lengua es una forma y no una substancia…”
TEXTO COMPLEMENTARIO
OBLIGATORIO
Ajedrez, por ejemplo
El que sigue es un ejemplo de
Ferdinand de Saussure para los conceptos de valor, sincronía y diacronía. Son
fragmentos tomados de los capítulos “La lingüística estática y la lingüística
evolutiva” e “Identidades, realidades, valores” del Curso de lingüística general.
(…) Una partida de ajedrez es como
una realización artificial de lo que la lengua nos presenta bajo una forma
natural.
Veámoslo de cerca.
En primer lugar, un estado de juego
corresponde perfectamente a un estado de lengua. El valor respectivo de las
piezas depende de su posición en el tablero; lo mismo que en la lengua cada
término tiene su valor por oposición con todos los demás términos.
En segundo lugar, el sistema nunca
es más que momentáneo; varía de una posición a otra. Es que los valores
dependen también, y sobre todo, de una convención inmutable, la regla del
juego, que existe antes del inicio de la partida y perdura tras cada jugada.
Esta regla, admitida de una vez por todas, existe también en materia de lengua:
son los principios constantes de la semiología.
Por último, para pasar de un equilibrio
a otro, o –según nuestra terminología- de una sincronía a otra, basta el
desplazamiento de una pieza; no hay trastorno general. Aquí tenemos el paralelo
del hecho diacrónico con todas sus particularidades. En efecto:
a)
Cada jugada de ajedrez no pone en movimiento más que una sola pieza; de igual
modo, en la lengua los cambios se refieren a elementos aislados.
b)
A pesar de esto, la jugada tiene una repercusión en todo el sistema; al jugador
le es imposible prever exactamente los límites de ese efecto. Los cambios de
valores que resulten serán, según el caso, o nulos, o muy graves, o de
importancia media. Tal jugada puede revolucionar el conjunto de la partida y
tener consecuencias incluso para piezas dejadas de lado. Con la lengua ocurre exactamente
lo mismo.
c)
El desplazamiento de una pieza es un hecho absolutamente distinto del
equilibrio precedente y del equilibrio subsiguiente. El cambio operado no
pertenece a ninguno de esos dos estados: pero los estados son lo único
importante.
En una partida de ajedrez, cualquier
posición dada tiene por carácter singular estar liberada de sus antecesores; da
exactamente igual que se haya llegado a ella por una vía o por otra; el que ha
seguido toda la partida no tiene la menor ventaja sobre el curioso que viene a
ver el estado del juego en el momento crítico; para describir esta posición es
completamente inútil recordar lo que acaba de pasar diez segundos antes.
Igualmente, todo esto se aplica a la lengua y consagra la distinción radical de
lo diacrónico y lo sincrónico. El habla no opera más que sobre un estado de
lengua, y los cambios que suceden tras los estados no ocupan en ellos lugar
alguno.
Sólo hay un punto en que la
comparación no concuerda: el jugar de ajedrez tiene la intención de realizar el
desplazamiento y de ejercer una acción sobre el sistema, mientras que la lengua
no premedita nada; es espontánea y fortuitamente como sus piezas se desplazan
–o mejor, se modifican- en ella. Para que la partida de ajedrez se parezca por
entero al juego de la lengua, habría que suponer un jugador inconsciente o
ininteligente. Por otra parte, está única diferencia hace más instructiva aún
la comparación, mostrando la absoluta necesidad de distinguir en lingüística
los dos órdenes de fenómenos: Porque si los hechos diacrónicos son
irreductibles al sistema sincrónico que condicionan cuando la voluntad preside
un cambio de ese género, con mayor motivo lo serán cuando enfrentan una fuerza
ciega con la organización de un sistema de signos.
(…) Tomemos un caballo: ¿es en sí
mismo un elemento del juego? No, con toda seguridad, porque en su materialidad
pura, fuera de su casilla y de las demás condiciones del juego, no representa
nada para el jugador y sólo se convierte en elemento real y concreto cuando se
reviste de su valor y forma cuerpo con él. Supongamos que en el transcurso de
una partida esta pieza resulta destruida o perdida: ¿se la puede reemplazar por
otra equivalente? Por supuesto: no solamente por otro caballo, sino por una
figura carente de todo parecido con ésta que será declarada idéntica, con tal
que se le atribuya el mismo valor.
Para la clase de trabajos prácticos del jueves
21 de enero:
Estudiar:
En
DISEÑO.COM:
Prólogo,
Introducción y Capítulo 1 "La semiología"
En
Módulo 1:
Capítulo
IV: “El valor lingüístico”
Capítulo
V: “Relaciones sintagmáticas y relaciones asociativas”
Capítulo
VI: “Mecanismos de la lengua”
De
Curso de lingüística general,
Ferdinand de Saussure.
Aplicación
conceptual
Compare
y discuta las acepciones de lenguaje
y sistema del Diccionario de la RAE
con las definiciones de Saussure.
LENGUAJE.
Del latín lingua “órgano humano para comer y pronunciar”, de donde deriva lenguaje “manera de hablar” y otros
vocablos como lenguado “pez con forma de lengua”.
1. Conjunto de sonidos
articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente.
2. Lengua, sistema de
comunicación verbal.
3. Manera de expresarse. Lenguaje
culto, grosero, sencillo, técnico, forense, vulgar.
4. Estilo y modo de hablar y
escribir de cada persona en particular.
5. Uso del habla o facultad de
hablar.
6. Conjunto de señales que dan a
entender algo. El lenguaje de los ojos, de las flores.
SISTEMA.
Del lat. tardío systēma, y este del gr. σύστημα
sýstēma.
1. m. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí.
2. m. Conjunto de cosas que relacionadas entre sí
ordenadamente contribuyen a determinado objeto.
3. m. Biol. Conjunto de órganos que intervienen en
alguna de las principales funciones vegetativas. Sistema nervioso.
4. m. Ling. Conjunto estructurado de unidades
relacionadas entre sí que se definen por oposición; p. ej., la lengua o los
distintos componentes de la descripción lingüística.